La Energía nuclear
La Energía Nuclear es procesada en el nivel de las partículas más pequeñas que conocemos, las partículas subatómicas. Por esa razón se hace muy peculiar controlarlas, especialmente cuando dicha partícula está involucrada con el Medio Ambiente. Para observar un verdadero manifiesto de Energía Nuclear, ya nos basta con el mirar para el Sol.
Aunque la utilización de substancias radioactivas sea considerada indispensable de acuerdo a las necesidades energéticas que nuestro planeta posee, dicha utilización debe ser objeto de gran precaución. Innúmeros accidentes ocurridos en el pasado mostraron la fuerza de destrucción de ese tipo de recurso energético.
La radioactividad es un fenómeno de la Naturaleza, tan común cuanto la electricidad lo es. Su existencia proviene desde el inicio del Universo y por el hecho de su descubrimiento ser reciente, nos olvidamos de su importancia aún antes del surgimiento del primer ser vivo en la Tierra.
So no existieran los fenómenos radioactivos, nos existirían seguramente los seres vivos, pues no habría Sol ni siquiera una estrella. La radioactividad es una fuerza de la Naturaleza con la cual el hombre necesita aprender a lidiar.
Desde 1898 cuando el físico francés Antoine Henri Becquerel descubrió que el elemento uranio sensibilizaba las chapas fotográficas aún por a través de vidrio o de hojas de papel negras, la curiosidad hizo con que el hombre no dejara más de investigar esa fuerza invisible y hasta entonces desconocida para él.
Al paso que otros elementos fueron agregados a la tabla periódica con la característica de poseer propiedades radioactivas, estudiados por científicos como los destacados Marie y Pierre Curie, André Debierne, Ernest Rutherford y Frederick Soddy, la radioactividad muy rápidamente se hizo conocida como la fuente de energía más concentrada de todas las otras fuentes.
Los Curie descubrieron, por ejemplo, que tan solamente 1Kg del elemento radio provee cerca de 4,18KJ en apenas 1h do su proceso de desintegración.
Todos los descubrimientos científicos son inofensivos y benéficos hasta el momento en que salen de los laboratorios y llegan al uso práctico. En el caso de la energía nuclear, los primeros usos fueron en la guerra (armas nucleares) y en la producción de energía eléctrica. En cada caso, la energía nuclear dio pruebas bien visibles del otro lado de la moneda: muerte de millares de personas y la generación de mutaciones en otras tantas, que viven hoy en situaciones difíciles de imaginar.
La energía nuclear, así como la electricidad, es una fuerza de la Naturaleza. No podemos excluir las otras formas de energía como causantes de muerte y mutaciones en el cuerpo humano. Choques eléctricos matan, y vivir bajo los cables de alta tensión puede ocasionar serias perturbaciones a nivel celular. Solamente es que ninguna otra fuerza es tan difícil de controlar ni de resultados tan irreversibles como es la fuerza nuclear.
