Reflexión del sonido
Si usted tira una pelota de goma perpendicularmente en contra a una pared, ella choca contra la pared y vuelve en la misma dirección. Si la pelota es tirada oblicuamente contra la pared, después de chocar en ella se desviará para otra dirección. En ambos casos la pelota fue reflejada por la pared. Lo mismo pasa con las ondas sonoras.
Timbre: la “identificación” de los instrumentos.
Cualquier instrumento musical posee su timbre, o sea, su sonido característico. Así siendo, la guitarra y el bandoneón pueden emitir una misma nota musical, de misma frecuencia e intensidad, pero será fácil distinguir el sonido de uno y del otro.
En música, lo importante no es la frecuencia de los sonidos emitidos por los diversos instrumentos, sino la relación entre las diversas frecuencias de cada uno. Por ejemplo, si son tocadas al mismo tiempo una nota do y una mi, lo que escuchamos es agradable y trae la sensación de música finalizada. Pero si son tocadas simultáneamente la nota fa y la si, o la nota si y la re, los sonidos resultantes son desagradables, dando la sensación de que falta algo para completarlas. Eso pasa porque, en el primer caso, las relaciones entre las frecuencias son compuestas de pequeños números, mientras en el segundo caso eses números son relativamente grandes.
Con el avance de la electrónica, nuevos instrumentos fueron producidos, como la guitarra eléctrica, el órgano electrónico, etc., que nos propician nuevos timbres.
El órgano electrónico llega hasta a emitir los sonidos de otros instrumentos. Puede tener, incluso, acompañamiento de batería, violoncelo, contrabajo y otros, constituyéndose una autentica orquestra electrónica regida por un maestro: el ejecutante de la música.
Características de las ondas
Las ondas del mar son semejantes a las que se forman en una cuerda: presentan puntos más elevados – llamados crestas o montes – y puntos más bajos – llamados valles o depresiones.
Las ondas son caracterizadas por los siguientes elementos:
- Amplitud – va desde el eje mediano de la onda hasta el punto más alto de una cresta o hasta el punto más bajo de un valle.
- Longitud de la onda – distancias entre dos cristas subsecuentes o entre dos valles sucesivos.
- Frecuencia – número de ondas formadas en 1s; la frecuencia es medida en hertz: 1 Hz es equivalente a una onda por segundo;
- Periodo – tiempo utilizado para formar una onda. El periodo es el inverso a la frecuencia.
Tipos de onda
Ondas como a las del mar o a las que se forman cuando movemos una cuerda, vibran en la dirección vertical, pero se propagan horizontalmente. En esas ondas, llamadas ondas transversales, la dirección de vibración es perpendicular a la dirección de propagación.
Existen ondas que vibran en la misma dirección de la que se propagan: son las ondas longitudinales. Fije una de las extremidades de un resort en el techo. En la otra extremidad, mantenga el resort estirado y traiga levemente una de las espirales para abajo. En secuencia, suelte el resort. Usted percibirá que la perturbación se propaga hasta el techo produciendo en el resort zonas de compresión y de distensión.
Estudio del sonido
Toque su mano en su garganta y hable o emita cualquier sonido. Usted sentirá un movimiento de vibración en la garganta mientras dura el sonido de su voz. El sonido producido es resultado de un movimiento vibratorio de las cuerdas vocales, movimiento ese que ocasiona una perturbación en el aire a su alrededor, cuyo efecto es capaz de impresionar el oído.
Cuando una lamina de acero vibra, ella también provoca una perturbación en el aire a su alrededor. Dicha perturbación, al propagarse por el aire, produce regiones de compresión y distensión. Como nuestro aparato auditivo es sensible a esa vibración del aire, podemos percibirlas en forma de sonido.
No solamente las cuerdas vocales y las láminas de acero son capaces de emitir sonido, pero también inúmeros otros cuerpos lo son. Cuerpos con tal capacidad son llamados fuentes sonoras. Como ejemplo podemos citar el diapasón, los címbalos, las membranas, las cañas y los tubos.