Astrofísica – La Astronomía en la Antigüedad
Las especulaciones acerca de la naturaleza del universo deben remontarse a los tiempos pre-históricos, por ello la astronomía es frecuentemente considerada la más antigua de las ciencias. Desde la antigüedad, el cielo ha sido utilizado como mapa, calendario y reloj.
Los registros astronómicos más antiguos datan de aproximadamente 3000 a.C. y se deben a los chinos, babilonios, asirios y los egipcios. En aquella época los astros eran estudiados con objetivos prácticos como medir el pasaje del tiempo (hacer calendarios) para prever la mejor época para las plantaciones y la cosecha, o con objetivos mas relacionados a la astrología, como hacer previsiones del futuro, ya que no habiendo cualquier conocimiento de las leyes de la naturaleza (física), creían que los dioses del cielo tenían el poder de la cosecha, de la lluvia e inclusive de la vida.
Varios siglos antes de Cristo, los Chinos sabían la duración del año y utilizaban un calendario de 365 días. Dejaron registros de anotaciones precisas de cometas, meteoros y meteoritos desde 700 a.C. Más tarde también observaron las estrellas que ahora llamamos “novas”.
Los babilonios, asirios y egipcios también sabían la duración del año desde épocas pre-cristianas.
En otras partes del mundo, evidencias de conocimientos astronómicos muy antiguos fueron dejadas bajo la forma de monumentos, como el de Newgrange, construido en 3200 a.C (durante el solsticio de invierno el sol ilumina el corredor y la cámara central) y Stonehenge, en Inglaterra que data de 3000 a 1500 a.C.
ASTRON1
ASTRON2
En Stonehenge, cada piedra pesa en promedio 26 toneladas. La avenida principal que parte desde el centro del monumento apunta hacia el lugar en el horizonte en donde el Solnace el día mas largo del verano (solsticio).
En esa estructura algunas piedras están alineadas con el nacer y la puesta de sol al inicio del verano e invierno. Los Mayas, en América Central también tenían conocimientos de calendarios y fenómenos celestes y los polinesios aprendieron a navegar por medio de observaciones celestes.
En América el observatorio más antiguo descubierto es el de Chankillo, en Perú, construido entre 200 y 300 a.C.
El ápice de la ciencia antigua se dio en Grecia entre 600 a.C y 400 a.C. a niveles solo traspasados en el siglo XVI.
Del esfuerzo de los griegos en conocer la naturaleza del cosmos y con el conocimiento heredado de los pueblos más antiguos, surgieron los primeros conceptos de Esfera Celeste, una esfera de material cristalina, incrustada por estrellas teniendo la Tierra como Centro.
Desconociendo la rotación de la Tierra, los griegos imaginaron que la esfera celeste giraba en torno de un eje pasando por la Tierra. Observaron que todas las estrellas giran en toro de un punto fijo en el cielo y consideraron este punto como una de las extremidades del eje de rotación de la esfera celeste.
Hace millones de años, los astrónomos saben que el sol cambia su posición en el cielo a lo largo del año moviéndose aproximadamente un grado al este por día. El tiempo para que el Sol complete una vuelta en esa esfera celeste define un año.
El camino aparente del Sol en el cielo durante el año define la elíptica (llamada así porque los eclipses ocurren solamente cuando la luna está próxima de la elíptica).
Como la Luna y los planetas recorren el cielo en una región de 18 grados centrada en la elíptica, esa región es definida como Zodíaco, dividida en 12 constelaciones, varias con formas de animales (actualmente las constelaciones del Zodíaco son 13: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Escorpio, Ofiuco, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis).
Las constelaciones son grupos aparentes de estrellas. Los antiguos griegos y los chinos y egipcios antes de estos, ya habían dividido el cielo en constelaciones.